TEA EN LA SECUNDARIA

Hola a todos, mi nombre es Elisabet y soy terapeuta de ABA Motril desde hace unos años.

Durante este tiempo han pasado por nuestro centro niños de todas las edades con diferentes tipos de problemática. Mi experiencia personal como terapeuta de este centro ha estado ligada sobre todo a niños/as diagnosticados con Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Las edades de los pacientes con los que he trabajado son variables pero mi experiencia profesional ha estado marcada por aquellos adolescentes, que, al alcanzar niveles de secundaria, han encontrado barreras que les han impedido tener plena inclusión e integración en las aulas.

El TEA sigue siendo uno de los diagnósticos más desconocidos y a la vez más estigmatizados de la sociedad del siglo XXI. Los adolescentes con TEA experimentan todos los cambios físicos y sociales como lo haría cualquier otro adolescente con desarrollo típico.

Entre las experiencias que más marcan el día a día de estos adolescentes podemos destacar el enfrentarse a las aulas de secundaria donde hoy día sigue existiendo mucho desconocimiento sobre las características personales de las personas con TEA así como sus necesidades básicas, cambios corporales en los que empiezan a experimentar la transición de la niñez a la edad adulta y nuevos intereses entre los que aparecen los de carácter sexual.

Dos de las características más destacadas de las personas diagnosticadas con TEA son: la dificultad para entender las normas sociales, que a veces son difusas y poco claras, y déficit en las habilidades comunicativas. Durante el bagaje para adquirir los conocimientos necesarios para solventar estas dificultades comenten errores que son interpretados por compañeros o profesores como un gesto de mala educación y mal intencionado, a lo que hay que sumarle la sanción correspondiente que suelen ser expulsiones o registro de partes de conducta que, evidentemente, manchan el expediente académico de estos alumnos. Como consecuencia experimentan niveles de estrés y ansiedad que se ve reflejado en un posible absentismo escolar, fracaso escolar, aumento del aislamiento social y una mala gestión emocional que afectará a la convivencia familiar.