DÍA MUNDIAL DE LA DISLEXIA

En el día de hoy, celebramos el día mundial de la dislexia, un trastorno que afecta a las habilidades lectoras de nuestros niños. Por ello, en este 8 de noviembre se hace necesario acompañar a todos aquellos que sufren este trastorno, para que no sean invisibles y que la sociedad tome conciencia de las repercusiones que la dislexia tiene en la vida diaria de los afectados.

Pero, ¿la dislexia afecta solamente a la capacidad de leer? La respuesta es que no. La dislexia va, en la mayor parte de los casos, acompañada de disgrafía, esto es, el trastorno que afecta a la escritura. La dislexia es una gran desconocida todavía aún en nuestra sociedad. Existen numerosos mitos que es necesario desmentir. Por ejemplo, desde siempre se ha creído que la dislexia tenía su origen en una afección a nivel perceptivo-visual, lo cual ha sido desmentido por numerosos estudios (Suárez y Cuetos, 2012). La realidad es que la dislexia tiene su origen a nivel neurobiológico y se trata de un trastorno del desarrollo, ya que se nace con ella. Además, ha sido demostrado que la dislexia tiene una heredabilidad del 60%, por lo que, si los padres la presentan, lo más probable es que su hijo también la tenga.

La dislexia afecta a entorno el 3% y 7% de la población infantil, sin hacer distinción entre sexos. Es providencial detectarla a tiempo, lo más tempranamente posible, para así poder intervenir lo antes posible y disminuir al máximo la repercusión que esta tenga en el entorno educativo del niño. La dislexia puede ser diagnosticada a los 6 años de edad, desde que el niño comienza a tener contacto con la lectoescritura. Un niño que la presenta muestra signos muy claros, tales como no asociar correctamente las letras con su sonido correspondiente, leer palabras de forma invertida, cambiar unos grafemas por otros, etc.

Cuando un niño tiene dislexia, y no es diagnosticado ni tratado, su vida diaria se va a ver afectada, ya que comenzará a ir más lento que sus compañeros en el colegio, se frustrará, se creerá que es un inútil, etc. Por tanto, este no es un trastorno que afecte solamente a nivel educativo, sino que afecta también al estado psicológico y emocional del niño. Hay que tener en cuenta que un niño con dislexia no va a poder hacer los exámenes igual que el resto de sus compañeros, y es necesario adaptárselos para que los pueda realizar correctamente. Pero, si no existe un diagnóstico de dislexia, no serán adaptados. Por ello, es muy importante que padres y profesores estén atentos a los posibles signos que pueda presentar un niño, y si existen indicios de dislexia, deberán llevarlo a un logopeda que lo evalúe y confirme el diagnóstico.

Una sencilla detección precoz cambia la vida de ese niño. Por ello, es importante remarcar la importancia de la intervención temprana para poder tratar al niño y hacer que pueda leer y escribir como si no presentase trastorno alguno.

Nosotros, los logopedas, queremos aportar toda nuestra ayuda a estos niños para que puedan ser felices y alcanzar todas las metas que se fijen en la vida.