INTERVENCIÓN EN NIÑOS CON DIVERSIDAD FUNCIONAL

El tratamiento dentro de la diversidad funcional incluye intervenciones de tipo médico, psicológico, educativo y social. Si nos basamos en la intervención, psicológica, educativa y social, a grandes rasgos, esta tiene que comprender las habilidades cognitivas, destrezas motoras, autonomía de los hábitos básicos y competencias socioafectivas.

Para realizar una correcta evaluación psicopedagógica de estos niños, hay que tener claro cuáles son sus necesidades educativas especiales, cuáles son sus puntos fuertes y débiles (también los de su contexto familiar) y cuál es su estilo y ritmo de aprendizaje, ya que estos niños aprenden bien si se les enseñan cosas que ellos puedan integrar en función de cómo aprenden.

Otra de las cuestiones esenciales es el trabajo en la adquisición ,progreso y realización de forma autónoma de los hábitos básicos relacionados con la higiene, el  vestirse , la  alimentación y el desenvolvimiento en el hogar y en los entornos comunitarios, así como la potencialización de habilidades sociales que favorezcan su participación en los grupos sociales en los que se desenvuelve su vida, la planificación de las acciones propias, la eliminación de las conductas inadaptadas y la autorregulación conductual. En la adultez,  requerirán de programas y apoyo de redes sociales y comunitarias que le permitan tener una vida económica y socialmente estable y eventualmente independiente.

Una buena forma de favorecer las competencias socioafectivas es a través de la integración, la atención a la diversidad.Una oportunidad para potenciar todas las habilidades anteriormente comentadas, fuera del ámbito escolar y familiar, es llevar al niño atípico a diversas actividades lúdicas, que cuente con los recursos necesarios, para garantizar la integración con el resto de niños típicos de forma favorable.  En este punto deberemos tener muy en cuenta los gustos del niño y el tipo de diversidad funcional  que presenta, para asegurarnos de que esta actividad lúdica va a ser algo beneficioso y positivo para él, ya que de ser de otro modo no funcionaría y no llegaríamos al objetivo que queremos conseguir, que es el de la integración. Los niños son capaces de entender que hay compañeros distintos, que aprenden de otra manera y que presentan ciertos comportamientos propios, pero es algo que hay que ir educando, al igual que con las personas adultas.

En el ámbito escolar, será el colegio el que adoptará el concepto de educación especial en sus intervenciones, adoptando de este modo, la ayuda necesaria para logro de los fines de la educación, es decir, estos alumnos no tienen que adaptarse a una enseñanza general